UN REGRESO ESPERADO...

El LOVE METAL ha vuelto. Tras el impasse, o como queramos llamarlo, del Venus Doom, donde los protagonistas eran claramente Valo y Linde, las tornas se han cambiado y, si bien Valo no ha dejado de ser el protagonista principal, ahora le acompaña otro secundario: Burton. Una combinación correcta y efectiva, que será aplaudida por mucha gente, pero también podrá ser criticada por otros que prefieran la guitarra desgarradora y profunda de Linde. Para gustos, colores.

Si, efectivamente, estoy hablando de SCREAMWORKS: LOVE IN THEORY AND PRACTICE, el nuevo CD de la banda Finlandesa HIM, que llegó a nuestras tiendas el día 10 de este mes de febrero. Hacía ya mucho, por lo menos dos o tres años, que no sabíamos nada de la banda. Bueno, no siempre quien espera desespera, y aquí han vuelto con un nuevo disco. Un disco que todavía guarda reminiscencias de su CD anterior, de su sorprendente Venus Doom, pero que supone, desde el punto de vista de la que esto escribe, una vuelta a sus orígenes. No a los orígenes del Greatest Lovesongs Vol 666, no, sino a los orígenes del Razorblade Romance y del Deep Shadows and Brilliant Highlights , aunque este nuevo CD resulta mucho más electrónico que cualquier otro que hayan sacado a la luz.

El sintetizador es una de las piezas clave del disco. El protagonista absoluto. Y quizás eso le resta autenticidad al CD, si lo comparamos con el anterior, pero, como ya he comentado antes, al menos mantiene la sorpresa. Para una persona que, como una servidora, adoró profundamente el Venus Doom, hacen falta varias escuchas para poder sacarle todo el jugo al CD y, como ya he dicho, si bien no es un mal CD porque no deja de ser y de formar parte de la esencia de HIM, sí pierde un poco con respecto a su anterior trabajo.

No voy a centrarme en un análisis canción por canción, porque se haría eterno. Simplemente haré un comentario global de lo que es el disco. Algo que destaca muchísimo en la primera escucha es la simetría entre las canciones. En la mayor parte el inicio se compone de, o bien unas notas de piano, como en “Scared to Death”, o bien de unos ritmos marcados con el sintetizador, como en “ Like St. Valentine's”, para, tras esos segundos, seguir con un desgarro de guitarra y así dar más caña a la canción. Solo existen dos canciones en el CD que no empiecen así, y esas son “In Venere Veritas” y “Katherine Wheel”. El resto, como ya he dicho, simetría pura.

Otra cosa a destacar, es, como ya he avanzado, la electrónica del disco. No suena tan duro ni tan metalero como pudo sonar el Venus Doom, y prueba de ello es la última canción del CD, “The foreboding sense of impending happiness”. De todos modos, aún quedan dos (al menos desde mi punto de vista) reminiscencias de su anterior CD, y esas serían “Ode to Solitude” y “Like St. Valentine's”, con lo cual, aún se guarda un poco de autenticidad entre tanta electrónica.

Por supuesto, existen las baladas. Algunas, como “Disarm me (with your loneliness)”, más romanticonas y quizás más simples, otras sencillamente preciosas (aunque no por ello dejen de ser románticas, no olvidemos que estamos ante Love Metal en estado puro), como “Acoustic Funeral (for love in limbo)”.

¿Qué decir de las letras? Bueno, si bien en el anterior CD se notaba que estaban más elaboradas que en, por ejemplo, el Dark Light, en este nuevo disco parece ser que vuelven de nuevo a la sencillez. Por supuesto, ya no son letras como la de “Heartache Every Moment”, pero no dejan por ello de ser menos... ¿cómo definirlo? ¿comunes?. Y para muestra, un botón: “I'm scared to death to fall in love”. Sí, amigos, los heavies o los góticos... aunque vayan de chungos, tienen su corazoncito.

Y por último, valorar la imagen del CD. Una portada que, sinceramente, sorprende muchísimo (al menos a mi me sorprendió), porque no es a lo que nos tiene acostumbrados HIM. Si en los primeros discos era Valo quien formaba parte de la portada, ya en el Love Metal abandonaron esa tendencia. Así, en el Love Metal pusieron su archiconocido “Heartagram”, en Dark Light un edificio oscuro con el Heartagram de nuevo, en medio del mar, que fue uno de los personajes de su video “Wings of a butterfly”, y en el Venus Doom era una especie de retrato impresionista. Pues bien, ni cortos ni perezosos, en Screamworks, ¿qué vemos? Una monja con cuatro ojos y dos bocas, como si estuviera duplicada, y en su cofia, cómo no, el Heartagram, aunque en este caso sin su circulito, no olvidemos que lo abandonaron ya en el Venus Doom. La verdad es que da un poco de miedo, para qué nos vamos a engañar. Y el libreto interior... simple, austero. Con las letras de las canciones y en el centro una foto de Valo y un Heartagram muy original, con sus bordes escritos.

Conclusión: Se ha perdido respecto al Venus Doom. Pero aun así no dejan de sorprendernos. Un disco en muy en su línea, sin grandes abusos. Se deja paso a la electrónica y se pierden un poco las guitarras. De nuevo: Love Metal.

Nota: 7