domingo, 28 de febrero de 2010

DE NUEVO, UNO DE LOS GRANDES...


Abran la puerta. Ha sido un día duro de trabajo. Ahora toca descansar. Bajen las luces de la casa, o mejor, apáguenlas. Túmbense en el sofá o en la cama. Pongan en su radiocassette, en su mp4, en su DVD, en dónde sea, pongan un disco en concreto. Y prepárense a escuchar tranquilamente y a analizar. Y a reflexionar. Y a llegar a una conclusión. Y a que al terminar el disco, lo primero que salga de su boca sea: Qué grande. Y a volver a escucharlo una y mil veces, y a que a cada escucha surja algo nuevo, y algo nuevo se les pase por la cabeza. Y a que.... uf, y a miles de “y”.


¿Y qué disco es ese del que estamos hablando? Cómo no, del último CD del genial y siempre imprevisible Enrique Bunbury. Lleva por título “Las Consecuencias”,y en sólo una semana ya se ha convertido en nº 1 en nuestro país, consiguiendo así el disco de oro.


No esperemos nada parecido a lo que pudimos escuchar en “Hellville de Luxe”, su último trabajo. El rock springstiano ha dado paso a unas melodías mucho más sencillas y mucho más lentas, a unas canciones intimistas y reflexivas. No hay grandes excesos, ni vocales ni instrumentales, todo se mantiene más o menos en la misma línea, en un ritmo casi estándar. Pero no aburre. Al contrario. Casi se convierte en necesario.


El gran potencial del disco está, cómo no, dado que se trata de Enrique Bunbury, en las letras. A excepción de su primer single, “Frente a frente”, que es una canción compuesta por Manuel Alejandro y cantada en los 80 por Jeanette, el resto son “puramente” Enrique Bunbury. Sí, porque ha conseguido dar un toque personal a esas reflexiones que plasma en forma de canción. Unas letras que, las cante quien las cante, son fácilmente identificables. Y eso es lo que hace a los grandes artistas.


Así, tumbados en el sofá o en la cama, escuchemos detenidamente esas letras. Sirva un ejemplo para demostrar lo que estamos diciendo. En la primera canción del CD, la que da título al disco, “Las consecuencias”, esto es lo que podemos escuchar: la fe es un grave sufrimiento, es como amar a un extraño en vano, que no se presenta por mucho que uno llame desesperado. Juzguen ustedes mismos.


Un gran disco dentro de la extensa carrera de Enrique Bunbury. No voy a decir que sea el mejor, porque entre tanto arte ofrecido, es difícil decidir, pero sí es uno de los mejores que ha hecho. Por cómo es, por las letras que contiene, por su simpleza y por lo que inspira. Simplemente genial, un 10.

3 comentarios:

say dijo...

Pedorrillaaaaa! ahora ya te leo de nuevo :p
bueno.. de Bunbury no se que decirte, porque nunca ha sido mi fuerte.. jaja. en solitario sobretodo. aunque algunas sí me gustan! igual si escuchase más, me gustaría un poquillo más.. jeje, pero bueno..

un bsote jebylauuuu!

gela dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
gela dijo...

como tú dices, y por lo poco que he escuchado y lo que he leído... este disco era necesario, porque bunbury puede darnos un disco así, como pocos pueden hacerlo, porque tiene esa magia y esa forma tan diferente de decir las cosas..
música que lejos de aburrir como podrían pensar otros, llega dentro con cada sencillo detalle.
un beso!!